IMAGE::INEZ VAN LAMSWEERDE & VINOODH MATADIN::
Un día como hoy, hace diez años
atrás, subía el primer artículo de este blog: “Fashion Coolhunting”. Y no fue menor. El año 2007 internet era aún
tímida, no existía Facebook, no existía Twitter, no existía Instagram… no
existía en nuestra lengua castellana ningún blog de moda, ni nada que se le
pareciese. Sólo existían los blogs de Garance Doré y Diane Pernet en francés, y
el Sartorialist del británico Scott
Schumann. Fashion Coolhunting fue el
primero, así de simple. Así de grande. Así de extraño. El título del blog
irrumpió también en un momento donde aún no se acuñaba el término Coolhunting, que era mi ocupación previa
pero nadie sabía cómo llamarlo exactamente. Tras él, nacerían hasta carreras
universitarias, programas de Masters, cursos de especialización y cientos de
profesionales. Aquello, obviamente, significó un antes y un después en mi
carrera. Sin siquiera imaginarlo, Fashion
Coolhunting daría el puntapié inicial a uno de los fenómenos más
significativos que cambiaría para siempre al mundo de la moda, y de paso, mi
propio mundo personal. De eso ha pasado una década, y no me alcanzaría el
tiempo ni la paciencia para contabilizar los cientos de miles que existen hoy,
en cada rincón del mundo, de forma casi explosiva.
Desde el primer artículo, la
premisa era clara: se trataría a la moda de una forma seria, documentada, clara
y precisa. Fashion Coolhunting estaría
dedicada exclusivamente a la gente de esta industria: editores, periodistas, industriales,
diseñadores, estilistas y fotógrafos. No fue jamás pensado como algo masivo. El
diseño de moda sería visto desde una perspectiva industrial y su relación
analítica con el mundo del arte y también sus transformaciones sociales. Nacido
como un experimento, gracias al rápido desarrollo de internet y el nacimiento
de las redes sociales, el blog llegaría a tener más de dos millones de lectores
en toda Iberoamérica, saldrían dos libros de idéntico título y quien les
escribe, desfilaría por una incontable suma de revistas de moda y tendencias en
cinco idiomas, universidades, seminarios y congresos en infinidad de locaciones.
Llegaría a ser hasta tema de tesis universitarias. De aquel primer artículo,
las cosas han cambiado, y mucho.
Este blog pretendió durante toda
su historia ser una crónica ajustada a la realidad, donde han desfilado
millares de nombres, marcas, fechas y lugares, que vio nacer (y también morir)
decenas de marcas y diseñadores, personalidades y estrellas. Durante diez años,
ha tenido la sabiduría y fortaleza de rechazar toda clase de ofertas
publicitarias a fin de mantener su independencia comunicativa y no provocar
ninguna clase de conflictos de intereses, que era la función de los blogs
frente a la omnipresencia de la prensa en su época. También, pese a centeneras
de recomendaciones de alojarlo en un sitio propio, modernizar su diseño o
dividirlo en distintas áreas, durante estos diez años, me he negado por razones
muy concretas. En primer lugar, la decisión de mantenerlo en la plataforma
Blogspot lo ha convertido en un blog de culto, permitiéndole a cada lector,
durante una década, saber dónde encontrarlo y también el contenido con que se
va a encontrar. En segundo lugar, su diseño ha permanecido idéntico, con
modificaciones mínimas. Cuando fue creado Fashion
Coolhunting, se hizo siguiendo un protocolo de estricta limpieza visual,
donde lo que prevaleciese fuera tanto el texto como imágenes poderosas que lo
acompañaran. Cada artículo sería acompañado de solo una imagen, y esa imagen
debería cumplir a cabalidad su cometido: hablar junto con el texto, como una
pareja de amantes. Este artículo va acompañado de una imagen de la modelo
británica Kate Moss, una de las primeras estrellas de la industria que conocí.
Cuando le conté del blog me dijo “Me encanta, pero solo te daré tres consejos
para que sea un gran blog: No te creas nada, no te creas nada y no te creas
nada”. Y así comenzó. En cada artículo, el lector debería zambullirse en un
espacio de tiempo propio, solo suyo, solo nuestro, preguntándonos por todo. El
tiempo le ha dado la razón: fue su secreto propio para seguir vigente.
Hoy cumple su primera década,
reafirmando su compromiso con la comunicación, con sus lectores y por pelear su
propia intimidad a modo de refugio. Como decía el querido Scott (Schuman) a
Elisabet Sans en una reciente entrevista en el diario El País: “A los que
empezamos con los blogs nos preocupaba la moda, teníamos algo más de integridad
porque no sabíamos si iba a ser rentable”. Y así fue. Y sigue siendo así. De
agradecimientos, miles. Agradecimiento a cientos de personas y profesionales
que se involucraron con cada uno de los contenidos, con sus anotaciones, sus
entrevistas, sus recomendaciones… agradecimientos a una legión de diseñadores
que abrieron los backstages de sus desfiles y también sus talleres y casas en
España, en Francia, en Inglaterra, en Italia, Estados Unidos y otros cuantos más.
Agradecimientos a los centenares de fotógrafos que han cedido sus imágenes con
la mejor de las disposiciones, todas maravillosas, siempre, sin cobrar un
céntimo. Y por supuesto, agradecimiento a los más de dos millones de lectores,
siempre presentes, a sus cartas, correos y mensajes que durante diez años han
sido como sangre en las venas para el proyecto más querido de todos, donde
nació todo y no solo para quien les escribe, sino para muchos otros también.
Espero, sinceramente, cumplir una segunda década, si el tiempo y la pasión lo
permiten, por supuesto, junto a todos Ustedes… y sin creernos nada. No tengo
palabras para agradecerles. Simplemente, ¡Muchísimas Gracias!
ALEX CEBALL
Director in Chief
THE ALEX CEBALL STUDIO_WORLDWIDE_