Image::MR GEORGES DAMBIER PHOTOGRAPHER © PARIS::
El próximo 16 de septiembre, la
Galería Carla Sozzani de París abrirá las puertas a una exposición dedicada a
Simone Micheline Bodin, ¿Le conoce? Probablemente no. Y es probable porque se
le conoció y se le recuerda más por su seudónimo, Bettina. Nos referimos a una
de las primeras supermodelos de la historia. Antes que Twiggy en Londres,
existió ella en París. Bettina. Simone Micheline Bodin fue la hija de un empleado
ferroviario de Bretaña, en el noroeste de Francia nacida el año 1925. Fue el
diseñador Jacques Fath, uno de los tres diseñadores de alta costura más
influyentes de postguerra junto a Christian Dior y Pierre Balmain el que la
rebautizaría diciéndole “Ya tenemos muchas Simone, tú me luces más a Bettina” y
ahí quedó nombrada la que se convertiría en una de las mujeres más
fotografiadas de su época.
Christian Dior la invitó a unirse
como modelo de la casa, pero Bettina lo rechazó. Se quedada con Fath, por quien
sentía un cariño especial. En los años cuarenta su única rival fue la inglesa
Barbara Goalen. Se asoció con él y también con Lucien Lelong, pero su más
destacada participación fue junto al modisto Hubert de Givenchy, para quien
trabajó como modelo y además como agente de prensa. Hubert dedicó a ella su
primera colección tras abrir la maison y también una blusa con el nombre “Bettina
Blouse”, un básico indispensable para algunas divas como Ava Gardner, ElizabethTaylor o Greta Garbo, convirtiéndose así en un ícono de la moda a mediados de
los cincuenta y posteriormente inspirando la botella de perfume de la misma
casa, “Amarige”.
Simone estuvo casada por un corto
tiempo con el fotógrafo y reportero francés Gilbert Graziani, más conocido como
“Benno” y posteriormente relacionada sentimentalmente con el guionista
norteamericano Peter Viertel. Sin embargo, Bettina fue a por más. Conoció al
príncipe Aly Khan, por ese entonces embajador ante Naciones Unidas de Pakistán.
En 1955 se retiró del modelaje para dedicarse a su nueva vida de esposa y
embarazada de Khan, sobrevivió a un accidente automovilístico que le costó la
vida al noble. Producto del shock sufrió un aborto involuntario que le destrozó
la vida y daría vida a sus memorias tituladas “Bettina Bettina”, publicada en
París por Flammarion en 1964 y al año siguiente por Michael Joseph en Londres.
Simone Micheline Bodin fue en su
época de gloria inmortalizada por los nombres emblemáticos del universo de la
moda. Su rostro posó ante la cámara de Erwin Blumenfeld, Henri Cartier-Bresson,
Jean-Philippe Charbonnier, Irving Penn y Henry Clarke, entre muchísimos otro.
En 20 días más, la galería parisina mostrará a quienes se acerquen al espacio
una selección de cien retratos seleccionados, acompañaos del catálogo publicado
en exclusiva por Carla Sozzani Editore. No deje de visitarla, valdrá la pena.
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