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11.2.08

PERFIL: LA PREPOTENCIA DE ANTHONY GAYTON


Imágen::ANTHONY GAYTON::


Si la soberbia fuera una pena capital, Anthony Gayton hubiese sido condenado ya hace bastante
por el tribunal supremo sin derecho alguno a apelación. Este fotógrafo que comenzó sus primeros pasos en la moda (pasos que aún siguen caminando a taconazos por el circuito de más alto standing), se ha convertido con su magnífica obra en uno de los nombres referentes a la hora de hablar de la fotografía artística internacional.

Para quien no conozca la obra de Gayton (cosa que dudo completamente para cualquiera que trabaje dentro de esta industria), sus fotografías se caracterizan por inmortalizar a los hombres y mujeres más bellos del planeta, acompañados de atmósferas que crean verdaderas narraciones gráficas y escenarios naturales o artificiales que nos transportan a otra dimensión, a un mundo paralelo en donde lo que prevalece antes que cualquier otra cosa, es el gusto estético en su máxima expresión.

Al contrario de sus fotografías de moda de un empalagoso atractivo compositivo, las obras que
crea por propio encargo y que van y vuelven por las más prestigiosas galerías de arte contemporáneo, circulan la mayoría entorno a la temática gay, mezclando con una impresionante disposición la belleza anatómica, el sexo y la muerte. Hombres inhertes cuyos cuerpos aún se aprecian calientes, sudados de un coito reciente cuyo tiempo entre la eyaculación y el fallecimiento no supera el cuarto de hora, son los que nos presenta en colosales formatos.

Asimismo, el artista plasma el posterior encuentro de las almas de estos mismos difuntos con sus amantes, que regresan al mundo de carne y hueso para apaciguar el tormento de la soledad con situaciones de una incongruente e impresionante ternura, que así también desafían con descaro las prerrogativas monárquicas de la diócesis y los poderes judiciales y administrativos. Angeles y ánimas se mueven en este territorio iconográfico de Gayton, que me supone un completo conocimiento de su parte hacia la pintura renacentista y la anatomía humana.

Cuando supongo esta afirmación, la defiendo en otra de sus particulares series, en donde a través de las nuevas tecnologías traslada sus modelos hacia "estudios" de dibujo que provocarían la envidia del mismísimo Leonardo Da Vinci. Por su parte, otras de sus imágenes imitan disposiciones anatómicas y una notable preocupación en las funciones compositivas de la luz, lo que dota a Gayton de un discurso imposible de contrariar o poner en tela de juicio crítico o técnicamente estético. Abandona el mero carácter de la fotografía como registro y objeto reproductible, elevándola a objetos artísticos de enorme valor simbólico y obligando al espectador a involucrarse con su creación más allá de su simple rol de observador pasivo.

Para quienes deseen ver en directo una de sus más espectaculares series, el artista exhibe
hasta finales de este mes bajo el simple título de "Anthony Gayton" en la nueva galería Mito de Barcelona. Una oportunidad única de acercarse e involucrarse con la fotografía de este americano y sentir in situ los siete pecados capitales del soberbio artista.

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