Image::MR BUNO STAUB PHOTOGRAPHER © NYC::
¿Sabe Usted cuán importante es la
aceptación? Si está leyendo este blog y este artículo, es porque se trata de
una persona amante de la moda y las tendencias, y antes de continuar, es
fundamental que entienda que en el corazón de la moda y las tendencias, en este
mundo, es precisamente la diferencia eso, su corazón, y por ende, regla básica
de cualquier persona con una cercanía a esta industria. Probablemente jamás lo
podría entender una persona proveniente de otros mundos, de las finanzas, de la
administración y hasta podría arriesgarme a asegurar que ni siquiera de la
política actual. ¿Y sabe Usted por qué? Porque precisamente es de las
diferencias de donde provienen las tendencias, y posteriormente, de la moda
misma, de la moda dura. Y posterior incluso a todo eso, a lo que deberán
acoplarse esos otros mundos si no quieren perecer en el cementerio de lo viejo
y cansino. ¿Por qué? Porque la moda, como su mismo nombre lo da a entender, es
el camino de transformaciones que van dándose en la ruta de desarrollo de
nosotros mismos, de nuestras sociedades, como cultura, y son las tendencias las
primeras en olfatearlas y transformarlas en objetos de consumo que sigan
engrasando la rueda de un sector industrial… de consumo, como siempre lo ha
sido, en realidad.
Si el mundo financiero, político
y empresarial, pese a las manifestaciones alrededor del planeta siguen siendo
los dueños de todo, han tenido que reinventarse a lo que la moda y las
tendencias les impone… como un yugo. El sexo, las nuevas tecnologías, internet
y sus aplicaciones han contraatacado al modo de entender el capitalismo y por
muy descabellado que parezca, el sobre exceso de información que recibimos
influyendo directamente la educación y el modo de ser, de todos. Ni nuestros
padres piensan ya como lo hacían hace diez, o veinte, o treinta años atrás,
acoplándose a los avances del mundo moderno y del otro, internet, que es a la
vez pasado, presente y futuro. ¿Qué sucede entonces?... ¿Se lo ha preguntado?
Es todo muy confuso. Si todos están hipnotizados ante la cantidad y diversidad
de información, como nunca antes ha existido… ¿Cómo entiende Usted que hoy
ningún adolescente sepa quién llegó a la luna ni cuándo? Es más, que piensen
que Usted les está tomando el pelo… Internet ha tenido un rol fundamental en
los cambios sociales de Egipto, España o Chile, por nombrar solo algunos
ejemplos. El comercio en internet cotiza en la bolsa de valores de las
principales capitales mundiales. Simples mortales son ahora verdaderas
celebridades gracias a la red… ¿Qué pasó? Ha sucedido todo tan rápido que no
hemos alcanzado siquiera a darnos cuenta. Vaya a un Starbucks (que ahora es tan
súper mega guay) y vea a la totalidad de la cafetería con la cabeza agachada
frente a un teléfono con un logo de manzanita mordida.
Hoy por las redes sociales
cualquiera es super mega guay con una foto de perfil en blanco y negro, con un
Instagram chulo o un blog zen. “La simplicidad es la mayor manifestación de la
sofisticación”, era la premisa de la desaparecida Bauhaus… el estilo de vida
parisino moderno, y parece que se le ha pillado el truco, siendo contrario a
los diseñadores grandes que ponen sobre la pasarela apuestas barrocas o
sobrecargadas de color remitiendo a los sesenta primero, y ahora, refritos
inspirándose en viejas culturas asiáticas o de Medio Oriente. La gran pregunta
podría ser entonces: ¿Qué es lo que aceptamos? O mejor aún ¿Qué es lo que
realmente deberíamos aceptar?... ¿Podemos aceptar tan futilmente la inspiración
china en una gala de un museo en Nueva York repleta de cantantes con un abrigo
cuya cola es una gran pizza y/o todo el mundo sacándose “selfies” pese a la
prohibición de la supuesta todamegapoderosa Anna Wintour?... en un país donde
un poco más allá, en el mismo sitio, la población negra de Baltimore se lanza
en una verdadera batalla campal por sus derechos civiles contra la policía como
si replicáramos 1968?... ¿Qué es lo que debemos aceptar? Sin lugar a dudas, la
mezcla de Hollywood con la moda hoy es inaceptable, porque ha cambiado mucho en
60 años cuando aquello iba de la mano. Lo de ahora es… ¿Cómo decirlo sin ser
ofensivo?... poco elegante, quizá. Trastocado. Hoy el hijo de una amiga, de
diez años, con Síndrome de Espectro Autista (SEA), un metro setenta de estatura
y ciento cinco kilos de peso tuvo una crisis. Se le tiró encima (como casi a
diario) en un ataque de violencia típico de esta clase de niños “especiales”
contra ella, lejos de todo glamour. Estando en la escena, intervine contra el
niño para tratar de evitar que mi amiga, de cuarenta y cinco años, terminase
con los brazos y las piernas llenos de hematomas. Con los míos propios llenos
de los mismos hematomas les escribo estas líneas, con bastante dificultad por
cierto. El tema es que después de dos horas del suceso, diez años de un
verdadero infierno para ella y una búsqueda exhaustiva por la red para
encontrar al mejor especialista en ese campo, sabíamos ya del doctor e
investigador alemán Andreas Kalcker, una eminencia que en la inmediatez de
Whatsapp y su propia ética, me enviaba el teléfono de la directora de una
fundación en el país especializada en el tema, para terminar con el infierno, o
al menos estabilizarlo. Veinte minutos al teléfono con aquella mujer de tono
suave, directo y muy cariñoso, también madre de un autista de la misma edad,
dieron con un protocolo para comenzar con el fin de un vía crucis, en un tiempo
algo más largo, obviamente. Algunos amigos, cercanos, también mi pareja, me
decían que saliera de aquel mambo a toda velocidad, que no era mi problema. Y
yo me preguntaba, a solas y en silencio, de noche: “¿Por qué?”… ¿Por qué voy a escapar de la dificultad de una
amiga a la que le tengo mucho cariño, que llora cada noche, que vive un
infierno casi idéntico al vivido por una mujer con un marido enorme, dictatorial
y agresivo, que le da de ostias si no sigue sus instrucciones, y no por
voluntad, sino por una enfermedad, rara?... con un marido ausente que se piró
por no tener los huevos para afrontar un hijo con una dificultad… ¿Y qué pasa entonces si con esa intervención
salvas una vida, o dos, o de una familia entera?... ¿Y qué pasa si este caso,
con la ayuda de Kalcker, del alemán, quizá, puede dada las dimensiones físicas
del niño, ser un referente para todo un país acostumbrado a la negación
producto de la desinformación y un sistema de salud rudimentario o abrir un
rumbo nuevo de aceptación hacia la diferencia, como sucedió con el apoyo
idéntico hacia una fundación en Chile por los derechos civiles de la población
homosexual siendo tú mismo parte de eso?”… “Vete a tomar por culo”, fue la
respuesta a los amigos “cercanos” y a la pareja… Hay que tener huevos…
honestamente.
¿Por qué os cuento todo esto?
Porque quizá, son esas actitudes las que desde esas posiciones a veces
polémicas, generan cambios en las sociedades, y por ende, en las modas, siempre
y cuando tengan resultados positivos, y por supuesto, siempre desde el
anonimato, sin cámaras ni periódicos de por medio. Eso hace casi una centuria
atrás olvidada en los recuerdos, tan alejada de las nuevas tecnologías y los
nuevos medios de información y comunicaciones, se consideraba como clase
caballeros… ya casi extintas, humildemente, sin galas en el MET de Nueva York,
¿Por qué? Porque eso es pura fantasía, idéntico al mejor show de Victoria
Secret y esas ocurrencias tan propia de los amigos estadounidenses con mucho
brillo y piel, siempre muy ellos. Hay un libro recientemente publicado por un
autor colombiano, poeta y novelista, que habla sobre los cambios de la
educación y usa como mismo ejemplo el de la llegada del hombre a la luna, la
información y la desinformación producto del mismo sobre exceso de información.
¿Qué mejor información vas a recibir que el de vivirla tú mismo, en carne
propia para ponerte a investigar en internet, hablar con la gente apropiada
teléfono en mano, leer libros hasta altas horas de la madrugada en las escuelas
especializadas y buscar soluciones a tus problemas y quizá dar un testimonio
propio, personal, para decir algo más, y quizá, encontrar una solución, o un
acercamiento? Porque de eso se ha tratado siempre nuestra propia evolución,
como humanos… así seguimos avanzando, y eso señores, internet jamás nunca lo va
a poder hacer, y eso es igual a hablar de moda, ¿Por qué? Porque la moda
siempre lo hará primero, ¿Por qué? Porque es de eso de lo que se tratan las
tendencias… ¿De qué? De tratar de encontrar una respuesta, y primero. Acéptelo
todo, y por supuesto, todo lo que eso acarrea, cruzando océanos, y
pensamientos, y voces contrarias, y como un campeón. La aceptación, y sin
dramas. Puede que muera solo, pero en paz, aunque eso de solo, créame de nuevo…
lo dudo. Sino, como decía Carlomagno, solo venimos y solo nos vamos. No es
menor.
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