Image::MR JON BREITFUSS PHOTOGRAPHER © CHICAGO::
Las cosas han cambiado tanto en
el mundo editorial en tan pocos años que sus responsables aún no terminan de
estar desconcertados, pese a acoplarse a todos y cada uno de los avances
tecnológicos de los que hoy disponemos, de la mano. Se siente en el aire de una
habitación con enormes ventanales abiertos, frente a una mesa enorme llena de
los últimos ejemplares de prácticamente las mejores revistas. ¿Y en qué se
parecen todas? En que no son revistas, pese a serlo. METAL, Fantastic Man, Monocle,
Gentlewoman, 032c, I-D, POP, Self Service, Dazed & Confused, Capricious, Encens,
Hércules Universal, BUTT, Candy, Hello MR, Animae, Hunter, Sang Bleu, Odiseo, Novembre,
Egoïste, Apartamento, entre una veintena más de nombres y otras nuevas como CR,
Fucking Young, Animae, Le Petit Voyeur, Openhouse, Plethora, Darling, The Great
Discontent, Agapornis… todas lo mismo: ninguna baja de las trescientas páginas.
Trescientas páginas, ¿lo puede
creer?... impresionante, ¿no? ¿Sabe Usted por qué? Porque se convirtieron en
libros. Ya hace años era un secreto a voces entre los editores que habría que
convertir las revistas en una suerte de libros de colección para poder sobrevivir.
Internet las estaba asesinando, a todas, como a los periódicos y en realidad a todos
los medios impresos en papel. La muerte del papel. No podía ser. Internet
debería estar al servicio de una revista, como su empleada y no al revés. Pues
bien, las convirtieron en libros sin bajar por ello la cantidad de números por
año, y aumentando su calidad. En ella debían encontrarse todos los contenidos
que no podían tener acceso a través de internet. Contenido superior. En la
premisa de que en la cantidad de información que provee internet, era muy
difícil (aun en nuestros días) separar la buena de la no tan buena, aquella
selección debían proporcionarlo las revistas especializadas, y punto. Y desde
ahí, a la totalidad de sitios en internet que copiarían sus contenidos, pero después.
Jamás tendrían la primicia. Desde ahí, internet debería ser solo un canal de
transmisión publicitario, redes sociales incluidas. Y ha dado resultado, al
menos de momento. ¿Qué más hacer? Gentlewoman organiza sus propias maratones en
Londres, Hello MR días de pic nic en el Central Park de Nueva York, METAL sus
ya míticas fiestas, 032c con sus exposiciones y un bar en sus oficinas de
Berlín, y suma y sigue.
Lo curioso de todo esto es que
con estos nuevos formatos, las revistas se han abierto otra puerta, y nos
referimos a su debut en el mundo de las editoriales de libros. La británica PenguinBooks ha sido recientemente la pionera en agregar a su catálogo la primera
revista publicada por ellos mismos bajo la supervisión de los creadores de
Fantastic Man, Gentlewoman y BUTT. La debutante es THE HAPPY READER, una publicación
realmente fascinante. De adicción inmediata. Nacen más librería dedicadas a la
venta de revistas de colección y las tradicionales de toda la vida, abren
estanterías nuevas para este nicho que han madurado con los años hasta lograr
la excepcionalidad. También las editoriales tradicionales tratan cada vez más
de que sus portadas se parezcan al atractivo de las revistas de tendencias, las
más minimalistas. Bien por ellos, bien por todos.
Hace pocos años era una
dificultad contar en las portadas con alguna modelo que estuviese dentro del
ranking de las 15 top del momento sin una buena suma de dinero. Hoy, con el
mismo presupuesto, las estrellas del cine y la música ruegan por estar en
ellas. No es malo. Y es un sueño poder seguir viéndolas impresas arriba de una
mesa. El cierre de la edición impresa aterró, desde la desaparición en papel de
la emblemática Newsweek, pero gracias a la inteligencia de los editores, fue
solo una falsa alarma. Aparecen incluso aún más revistas con la ilusión de que
les vaya bien, y se les debe ayudar, siempre y cuando sean buenas, obviamente,
aunque por todo lo que hay sobre la mesa, es indudable que talento hay, y a
raudales. Suscríbase a alguna de ellas, será una estupenda inversión, porque en
ellas encontrará solo lo mejor, y primero que nadie. Todo el resto, hágalo en
internet.
No hay comentarios:
Publicar un comentario