Image::BRITISH FASHION COUNCIL © LONDON::
Saliendo de la boca de metro en
la estación Holborn, en el corazón de Covent Garden, el frío invernal [e
infernal] de la capital británica y un aire de golpe en la cara y el cuerpo que
te calaba los huesos, no fue suficiente hoy para sacar a todos sus caballeros
[y otros no tanto] a las calles y específicamente rumbo The Hospital Club para
empezar la segunda edición del LONDON COLLECTIONS: MEN, en donde creadores
británicos y otro tanto de extranjeros con presencia en Reino Unido presentaron
hoy la primera tanda de colecciones para la temporada otoño invierno dirigidos
al público masculino.
Entre un ejército de chicos de
toda suerte de razas, colores y sabores [y otro circo más que no tenía
desperdicio], dentro de las salas del Hospital Club y bajo reflectores cuyo
calor se agradecía, presentaron sus apuestas los ocho primeros diseñadores. Las
expectativas eran altas, sabiendo que según la última investigación de mercado
de la firma Mintel, durante el pasado año antepasado 2011 el mercado de la moda
masculina había crecido un 3,2 por ciento y se espera que hasta el 2016 lo haga
hasta llegar a un 16 por ciento. Todo el mundo estaba de fiesta, sabiendo que
el negocio en Gran Bretaña aporta a la economía británica veintiséis mil millones
de euros y emplea a la nada despreciable suma de ochocientas dieciséis mil
personas, según datos del British Fashion Council, organizador de esta edición
además del London Fahion Week.
Abrió un poco más de las diez la
diseñadora Louise Dalton con una soberbia colección de sastrería, que se
extendería en gran parte de las colecciones siguientes. Trajes a medidas en
algodón y seda, abrigos ajustados a la cintura, sweaters en lana de colores
vivos, pantalones y chaquetas impermeables, y camisas escocesas en tonos
grises, negros, verdes cerúleos y charoles, hicieron de la colección de Dalton,
probablemente, por manufactura y presentación, una de las mejores de toda la
jornada. Impecable. Le siguió la gama más alta de la firma de retail TOPMAN, en
una colección que abarcaba piezas sin mucho interés pero gran visibilidad [casi
eléctrica], en una paleta cromática desde el blanco al marrón pasando por
amarillos, naranjas y rojos. Pasó el turno del creador Lee Roach con una
colección limpia, calibrada y redonda, donde chaquetas sin solapa ni
abotonaduras se unía a la perfección con pantalones y camisetas unitonales en
negros, grises, azules cobalto y blancos. Cerrado. Richard Nicoll optó por
uniformes inspirándose en trabajadores de fábricas con piezas algunas estampadas,
otras en plata y otras en naranjas que a ratos cuesta unir, pero que
comercialmente resulta funcional. Finalmente Hackett London optó por el
clasicismo de la sastrería tradicional inglesa, los gamuzados, escoceses, el
tweed y las rayas para presentar una correcta colección en el sello más
británico posible. El resto de diseñadores, no merece mención.
Terminada la cita, los que fuesen
afortunados podrían irse a las corridas hasta el barrio de Mayfair para asistir
a la presentación en sociedad de Pretty Green, la firma del ex cantante de la
banda Oasis Liam Gallagher en The Arts Club, creada hace cuatro años atrás y en
cuyo primer cumpleaños había facturado seis millones y medio de euros. Vamos,
que Liam no se viene con pequeñeces. Y los que no pudieron llegar hasta ahí,
pues tenían la oportunidad de acercarse hasta la fiesta de la revista Esquire
en conjunto con la firma norteamericana Tommy Hilfiger, aunque todos querían ir
con Liam. Empieza LONDON COLLECTIONS, por supuesto, caballeros, only for MEN. Enjoy.
No hay comentarios:
Publicar un comentario