Image::MR ILLA BONANY PHOTOGRAPHER © BCN::
Ya finalizada su onceava edición,
el 080 Barcelona Fashion fue una cosa rarísima. Entre marcas de retail de
tiraje masivo como Mango, Custo o Desigual, entre otras, quince diseñadores
independientes mostraron sus últimas colecciones, parece que en vano, porque
pese a ser cubierta por más medios de comunicación nacionales que en el pasado,
la publicidad y cobertura de prensa fue, con excepción de Miriam Ponsa por
haber ganado el premio a la mejor colección, prácticamente nula. Como es de
esperarse, todos hablaron de las grandes marcas del retail. Y como la pasta
llama a la pasta, por supuesto, aquello se llenó de caras aún más raras,
desfilando por la cita personajes sin desperdicio como la americana Paris Hilton, la discreta Ana Obregón, el político Artur Mas y algunos excepcionales
representantes de lo más hortera del acontecer nacional. Vamos, que aquello se
acerca a Cibeles cada vez más peligrosamente.
Dicho sea lo anterior, la cita
dio en el clavo al ubicarse en el DHUB, centro de diseño fantástico en el
corazón del 22@, la zona tecnológica de la ciudad catalana. De los
participantes, destacaron las colecciones de Jan Iú Mes para la firma Punto
Blanco, en una mezcla de street style y cómoda ropa para andar por casa. Manuel
Bolaño, inspirándose en un triste viaje de cielos grises, volvió a pisar fuerte
la pasarela en una colección y desfile que fueron pura obra de arte, y como
debe ser, se celebró en grande junto a la revista METAL en el nuevo Café Kafka.
Juan Pedro López presentó una colección correcta, lo mismo que las duplas de
Martínez Lierah, Schipper/Arques, Joseph Abril y Sur, de la creadora Laura
Figueras. Buena sorpresa dio también el debut de Katarina Grey [Katrín Garí]
por primera vez en Barcelona. Luego de su paso por la Parsons y la presentación
de su primera colección en la gran manzana, Grey mostró un conjunto de piezas
inspiradas en la opulencia decadente. Por su parte, y por fuera, Krizia
Robustella hizo saltar a la vanguardia de la city con su colección “Black Gold
Kings” en estampados de Pau Sampera. Presentada en el Centro
Aragonés del Raval con un lleno total.
En el recuerdo quedan ya los
inicios del 080 como plataforma para dar visibilidad a las pequeñas empresas
más independientes. Si bien pasamos por una crisis donde todo el mundo está
aterrorizado, es interesante evaluar hasta qué punto, la unión de empresas
independientes junto al retail, realmente funciona, si al final, lo que se ha
visto han sido sólo ellos, el retail. Los pequeños, los independientes, no
aparecen por casi ningún sitio. Entonces, ¿de qué se trata? Si hablamos de la
semana de la moda, probablemente, más politizada del mundo [pasa siempre cuando
el dinero sale de las arcas de la administración pública], y al final resultan
apareciendo en los medios con publicidad gratis esas empresas que no tienen problemas
en pagar por ello... se entiende el daño, supongo, en beneficio de los
gigantes, a los independientes. Asimismo, se da una sensación de mala calidad y
la gente en su gran mayoría, porque todo entra por los ojos, cerrados a medias,
lo asocian todo en una única cosa, y es así, lamentablemente. Se notaba
demasiado la diferencia abismal de calidad en colección de retail junto a los
pequeños que fabrican piezas prácticamente de colección, iconográficas. Esas
cosas, digan lo que digan, no se pueden mezclar... tampoco poner a Paris Hilton
al medio de todo... Hay que tener mucho cuidado si se pretende, hacerlo con
mucha cautela. Cosa que, por supuesto, no ha sucedido. Con un centro comercial
entregando un premio a la mejor colección, como que le quita prestigio al mismo
premiado... no sé si se llega a entender todo, el conjunto que al final es el
producto. Ponemos este tema sobre la mesa porque valdría la pena su revisión. A
la recién terminada semana de la moda de París, la edición incluyó a empresas
de pret-à-porter por orden de la Fédération, asociándolas, y dentro de todo,
han tenido el tino de mantener el mismo aroma. En eso, los parisinos siempre
sacan destacable. Ya sabéis por qué.
Este año el 080 Barcelona Fashion
contó con un presupuesto un 4,5% mayor que en la edición pasada gracias a la
participación de nuevas empresas patrocinadoras, la aportación de la
Generalitat para las dos ediciones de este año es de un millón cien mil de
euros. El certamen textil también ha notado una crisis en el sector de
diseñadores, porque prácticamente no habían novedades que pudieran hacerle el
contrapeso al retail. Esto se debe a la misma crisis, donde han quebrado muchas
marcas. Ha sido una pena. ¿Recomendación para los organizadores? Sofistíquenla.
Se puede. Nada más.
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