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13.4.16

EL FUTURO DE LA PRENSA DIGITAL

Image::BOSTON'S NPR NEWS STATION © BOSTON::


Hace un par de días, por esas cosas del destino, terminé en una oficina regional de Getty Images en América Latina. Reunido con Priscilla Parra, su Country Manager, acabaríamos hablando de algo que hace ya varios años viene dando vueltas en la cabeza de cualquier persona dedicada a la prensa escrita, cualquiera sea su forma. Al salir de dicha reunión, la decena de empleados de la oficina que trabajaban cuando llegué habían desaparecido, al igual que la luz del sol. Y este tema va precisamente sobre eso, desapariciones.

¿Cuál es el futuro de la prensa digital? Si bien al consultar en Google o cualquier otro buscador un montón de informaciones, noticias y congresos abordan el tema de la realidad de la prensa escrita en un presente y futuro digital (en su traspaso), nadie es capaz de predecir cómo será el futuro de la prensa escrita en el ámbito digital, o de los propios medios digitales. Hipótesis hay mil sobre la transformación de la prensa, sin embargo, aún los periódicos de medio mundo no saben qué hacer, ni mucho menos predecir algo diferente a la desaparición, mientras dependan en un 80% de publicidad y mientras el 80% de sus lectores hayan cambiado el papel por la pantalla de un ordenador, un móvil o un iPad.

En la 16 edición del Congreso de Periodismo Digital de Huesca, los asistentes concluyeron de forma casi naif de que internet es el presente y futuro de los proyectos periodísticos más innovadores y menos sujetos a presiones, que surgen con la única premisa de informar por todos los medios posibles, según publicaba el diario La Vanguardia hace casi un año atrás. A lo largo de la última década, los periódicos de la Unión Europea han perdido doce millones de ejemplares escritos… se habla de la necesidad de una adaptación a los nuevos hábitos del lector. El gran tema es cómo generar ingresos cuando los lectores ya se han acostumbrado a recibir la información de manera gratuita y ya nadie hace caso a la publicidad digital, instalando aplicaciones que bloquean esos molestos avisos innecesarios en nuestra lectura. La tienen muy, pero que muy complicada. Primero las “brillantes cabezas” del mundo publicitario y las “lumbreras” del marketing no encontraron nada mejor que replicar el modo de avisaje publicitario tradicional de los medios escritos a internet. Su impresionante descubrimiento y aplicación desembocó en anuncios agresivos, molestos e intrusivos en la red. Los medios online captan solo un 3% de la publicidad y los usuarios huyen de ellos. Casi la mitad de los lectores afirma que ignora de manera sistemática los banners y tan solo un 0,1% hace doble click cuando el anuncio salta a su pantalla. Tanto los empresarios como las agencias de publicidad han comprobado que la publicidad online es una auténtica pesadilla mientras que los anuncios en la prensa de papel son los que producen mayor impacto en los consumidores. El fracaso radicó en eso, en haber exportado al mundo digital un modelo publicitario propio del mundo impreso.

En Estados Unidos la prensa escrita ha perdido un 28% de los ingresos publicitarios, mientras que la digital un 17%.  Rupert Murdoch ha optado por privatizar la información de sus periódicos a través de suscripción online. Murdoch ahora cobra por todo y ataca por donde puede a Google y Yahoo! Google parece estar en el epicentro del cambio, y así es. Se los está cargando a todos. Hasta ha fundado Google News, un modelo de negocio donde usa información de todos los diarios del mundo sin pagar ni un solo centavo en su buscador, multiplicando por millones sus usuarios a costo cero. El País, el diario más importante en nuestra lengua, a pesar de acoplarse y adelantarse a los cambios, no puede. Es más, se esfuerza en publicar noticias sobre su acoplamiento a Google utilizando herramientas similares sin ser capaz de ver cómo entregan publicidad gratuita precisamente a la compañía que terminará por cargársela, o en el mejor de los casos, por comprarla, si les da la gana, que lo dudo. El proyecto suizo Blasting News, crea un modelo basado en el periodismo social donde cada redactor gana dinero basado en las métricas de visitas de cada uno de sus artículos, es decir, mientras más visitas tenga, más dinero gana. Podría ser una pequeña luz ante un panorama oscuro que ningún periódico ve porque no han caído aún en la cuenta de lo que realmente sucede.


El nuevo paradigma de la prensa (con el que se llenan tanto la boca editores en artículos, simposios y congresos) no es cómo las empresas periodísticas de comunicación se acoplarán bien o mal al mundo digital para poder sobrevivir. El verdadero paradigma de la prensa será la desaparición de la prensa misma como hoy la conocemos para dejar paso a la prensa corporativa, es decir caballeros, me refiero a que no en poco tiempo más será cada compañía la que tenga sus propios medios de comunicación. Si ahora mismo Netflix se está cargando a la televisión por cable, no es de extrañar que en el futuro la gente leerá el diario propio de Google antes que El País o el The New York Times. Y no solo el de Google, sino el de cada empresa que verá más factible crear sus propios medios antes que gastar sumas millonarias en medios que pierde cada vez más impacto publicitario. ¿Qué pasaría si las grandes empresas decidieran suspender su inversión publicitaria millonaria en los tabloides más importantes y en su defecto crear sus propios medios, y de la mano, llevarse a todos los periodistas de esos mismos tabloides? Sería también una nueva fuente laboral para miles de periodistas que van siendo despedidos de los medios gracias a la crisis del papel. Y ya lo estamos viendo con infinidad de empresas que crean sus propias revistas, periódicos, radios y canales de televisión online. Y ese será el futuro de los medios, considerando que hoy todo se remite al mundo corporativo que mueve nuestra economía, hasta a la misma naturaleza y sus recursos naturales, sea el que sea. Corporativo. 

Ante ese panorama, ¿Qué debería hacer un periódico para subsistir incluso en el mundo digital? Quizá, como ha empezado a hacer Murdoch, privatizarlo todo. Quizá también, convertirse en órganos de fiscalización ante una posible prensa inductista corporativa para asegurar a sus lectores una información verídica, proporcionada, a su vez y en parte, por organismos fiscalizadores alejados al mundo político u/o empresarial. Lo cierto es que ese será el futuro de la prensa digital. Su conversión a una prensa corporativa, una disfrazada, otra más veraz, pero ambas inclinadas más a la imagen y el video que a lo escrito. Para lo escrito ya tendremos a Amazon y a su pupilo Washington Post, que lo legitimará constantemente. Bezos lo ha pensado bien. Ya lo verán. Suerte a los periódicos… si la tienen. 

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